IRIS: EL INGREDIENTE DE MODA EN PERFUMERÍA
El iris, esa flor singular, es mucho más que un simple adorno de jardín. En perfumería, es un ingrediente precioso que encarna la sofisticación y la elegancia. Adentrémonos en el fascinante mundo del iris, desde sus orígenes hasta su uso en los más grandes perfumes.
Orígenes y características del iris
El iris toma su nombre del latín iris, a su vez tomado del griego iris, que significa «arco iris». Este nombre no sólo hace referencia a la gran variedad de colores que puede presentar la flor, sino también a sus orígenes mitológicos. En la mitología griega, Iris era la diosa del arco iris y mensajera de los dioses. Se la asociaba especialmente con la diosa Hera, a la que sólo llevaba buenas noticias. Además de su conexión con lo divino, el iris también tiene una estrecha relación con la realeza, sobre todo desde que, según la leyenda, Clodoveo lo utilizó para escapar de los visigodos. Desde entonces, simboliza el poder y el prestigio.
El uso cosmético del iris se remonta al antiguo Egipto, cuando se empleaba en el cuidado personal y la cosmética. Hoy en día, el iris se cultiva principalmente por su rizoma, que se utiliza en perfumería. Con más de 300 variedades, el iris se encuentra en diversas partes del mundo, pero algunas variedades son especialmente apreciadas por su excepcional calidad.
Métodos de cosecha y extracción del iris
El cultivo del iris requiere paciencia y saber hacer. Se necesitan no menos de 6 años para cosechar su absoluto. Los rizomas, utilizados para extraer los compuestos aromáticos, se cosechan tras tres años de crecimiento. Este periodo permite a los rizomas acumular compuestos aromáticos en máxima concentración. Los rizomas se extraen a mano, se lavan y se secan durante varios meses. Esta fase de secado es crucial, ya que permite a los rizomas perder gran parte de su agua y desarrollar las ironas, las moléculas responsables de su fragancia distintiva.
La recolección se efectúa generalmente entre julio y septiembre, a mano, para no dañar los rizomas. Tras el secado, los rizomas se cortan en rodajas y se envasan antes de someterse a un segundo ciclo de secado que dura tres años. Este último proceso es esencial para concentrar los aromas y crear productos de alta calidad.
Los aromas se extraen mediante dos métodos principales: la destilación al vapor y la extracción con disolventes. La destilación al vapor produce un extracto ligero, mientras que la extracción con disolventes produce un absoluto de iris, un concentrado muy apreciado por su pureza y su elevado coste.
Perfil olfativo del iris
El perfil olfativo del iris es único. El iris despliega notas empolvadas, que evocan la suavidad del terciopelo y la delicadeza de la seda. Esta suavidad se enriquece con matices amaderados y terrosos que añaden profundidad y complejidad a la fragancia.
Lo que realmente distingue al iris es su efecto «difuminado». A diferencia de otros ingredientes que pueden dominar, el iris desprende una sutil elegancia, añadiendo un toque de sofisticación sin opacar las demás notas de la fragancia. Las notas de iris suelen describirse como cremosas y ligeramente dulces, con una suavidad aterciopelada que se hace eco de los acordes de violeta, madera y tierra.
Fragancias icónicas con Iris
El iris ha inspirado muchas fragancias emblemáticas, cada una de las cuales muestra sus cualidades únicas de una manera diferente.
- 1979 New Wave de Les Bains Guerbois
1979 New Wave de Les Bains Guerbois es una fragancia que sopla caliente y fría, con dos calidades de menta cuya armonía vigorizante no consigue apagar una mantequilla de iris apagada y cremosa. Una composición moderna, audaz y decididamente singular. - Prada Infusion d’Iris
Lanzada en 2007, Prada Infusion d'Iris es un ejemplo moderno del uso del iris en perfumería. Esta fragancia captura la pureza y la frescura del iris con sutiles toques de madera y resina. La fragancia ofrece una experiencia olfativa refinada, donde el iris se revela en todo su esplendor empolvado y elegante. - Dior Homme Intense
Dior Homme Intense, presentado en 2011, explora una faceta más audaz y compleja del iris. Esta fragancia combina el iris con notas amaderadas y especiadas, creando un perfume a la vez rico y seductor. Toda la profundidad del iris sale a la luz, ofreciendo una experiencia olfativa cautivadora y viril. - Hiris de Hermès
Hiris de Hermès es un ejemplo perfecto de la sofisticada integración del iris en las composiciones olfativas. Esta fragancia resalta la suavidad y la riqueza del iris, al tiempo que lo combina con notas elegantes y contemporáneas, convirtiendo cada aplicación en un verdadero viaje sensorial.
Conclusión
El iris es una flor que ha sobrevivido al paso del tiempo para convertirse en un preciado ingrediente de perfumería. Con sus orígenes mitológicos, sus complejos métodos de cultivo y su característico perfil olfativo, el iris sigue cautivando a los amantes de los perfumes de todo el mundo. Tanto si es usted un entusiasta de los perfumes como un curioso principiante, dedicar tiempo a descubrir una fragancia basada en el iris es una experiencia que merece la pena. Cada fragancia es un tributo a la belleza y sofisticación de esta flor real, que ofrece una visión de su encanto intemporal.